El equipo de baloncesto masculino de EE: UU:: el equipo de ensueño.

El equipo de baloncesto masculino de EE: UU:: el equipo de ensueño

La llegada del equipo masculino de baloncesto de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona, ​​España, supuso un hito importante en dos tendencias notables en los deportes modernos: la desaparición del atleta aficionado en las competiciones olímpicas y el notable aumento de la popularidad del baloncesto en todo el mundo.

Estados Unidos siempre había dominado la competición olímpica de baloncesto masculino, ganando todas las medallas de oro excepto tres, por lo que la medalla de bronce en los Juegos de 1988 en Seúl, Corea del Sur, causó frustración entre los aficionados estadounidenses. Deseosos de reafirmar su pretensión de dominio de un deporte que fue inventado en su país, los dirigentes del baloncesto estadounidense aprovecharon las nuevas reglas de elegibilidad de la Federación Internacional de Baloncesto y llenaron la plantilla del equipo de 1992 con los mejores jugadores de la Asociación Nacional de Baloncesto, los mejores Liga profesional de Estados Unidos. (Los equipos olímpicos anteriores estaban formados por jugadores universitarios). Con una alineación envidiable que incluía a grandes leyendas como Earvin (“Magic”) Johnson, Michael Jordan y Larry Bird, se esperaba que el equipo, apodado el “Dream Team”, derrotara toda competencia, y así fue. El Dream Team era más grande, más fuerte, más rápido y más hábil que el resto de la competencia. El equipo ganó fácilmente cada uno de sus ocho partidos por una media de 44 puntos.

Lo que menos se esperaba era el frenesí que inspiraba el equipo. El entrenador Chuck Daly comparó la vida con los jugadores con viajar con 12 estrellas de rock; Cada uno de sus movimientos atraía a multitudes de celebridades y fanáticos adoradores del tamaño de un estadio. Incluso los oponentes del Dream Team estaban asombrados y pedían autógrafos al final de los juegos. Su abrumador éxito (atlético, comercial y popular) esencialmente aseguró que los competidores profesionales en los deportes olímpicos estuvieran ahí para quedarse. Sin embargo, el equipo no estuvo exento de críticas, especialmente en los Estados Unidos, donde muchos en los medios deportivos lamentaron la falta de competiciones emocionantes y la ausencia del espíritu amateur.

La plantilla del Dream Team: Charles Barkley, Larry Bird, Clyde Drexler, Patrick Ewing, Magic Johnson, Michael Jordan, Christian Laettner (el único jugador colegiado), Karl Malone, Chris Mullin, Scottie Pippen, David Robinson y John Stockton.