Censo.

Censo

censo, enumeración de personas, casas, empresas u otros elementos importantes en un país o región en un momento determinado. Usado solo, el término generalmente se refiere a un censo de población, el tipo que se describe en este artículo. Sin embargo, muchos países realizan censos de vivienda, manufactura y agricultura.

Los censos, al ser costosos, se levantan sólo a intervalos poco frecuentes: cada 10 años en muchos países, cada 5 años o a intervalos irregulares en otros países. En los años sin censo, la población se estima con la ayuda de estadísticas vitales, si éstas son suficientemente fiables. Por ejemplo, la población en el año poscensual X es igual a la población en el último censo más los nacimientos, menos las muertes, más o menos la migración neta durante los años intermedios.

Historia

Estrictamente hablando, el censo de población moderno no comenzó a evolucionar hasta el siglo XVII. Antes de esa época, ciertamente se hacían inventarios de personas, contribuyentes u objetos de valor, pero los métodos y propósitos de dichos inventarios eran diferentes a los modernos. La diferencia más importante fue que los primeros inventarios se hicieron para controlar a individuos concretos; por ejemplo, para identificar a quién se le debía gravar con impuestos, a quién se le debía aplicar el servicio militar o a quién se le debía obligar a trabajar. Como normalmente no era de interés para un individuo ser contado o dar información correcta para estos fines, las enumeraciones premodernas tendían a ser inexactas. Una segunda diferencia fue que los primeros inventarios no buscaban contar a todas las personas o incluso una muestra representativa de ellas, sino sólo a aquellas en categorías particulares, como cabezas de familia o hombres en edad militar. Se sabe que tales estudios se realizaron en la antigua Babilonia, Palestina, Persia, China y Egipto. Cada cinco años, los romanos enumeraban a los ciudadanos y sus propiedades para determinar sus obligaciones. Esta práctica se extendió para incluir a todo el Imperio Romano en el año 5 a.C. Después del colapso de Roma, la práctica se suspendió en Occidente hasta el período moderno. La principal excepción fue el Domesday Book, la investigación de Inglaterra en 1086 que se realizó para familiarizar a Guillermo el Conquistador con los terratenientes y propiedades de su nuevo dominio. Bajo la amenaza de asedio, la ciudad alemana de Núremberg hizo un recuento casi completo de su población en 1449.

La idea moderna de un censo de población como una enumeración completa de todas las personas y sus características importantes con el fin de comprender la estructura básica y las tendencias de la sociedad en lugar de identificar y controlar individuos particulares surgió lentamente en los siglos XVII y XVIII. No existe algo llamado “el primer censo” porque, aunque los primeros esfuerzos incorporaban una u otra característica moderna, ninguno de ellos incorporaba todas las características modernas. Quizás el primer esfuerzo en un área mayor que una ciudad para contar a todos en intervalos sucesivos se hizo en Nueva Francia (Québec) y Acadia (Nueva Escocia), donde se hicieron 16 empadronamientos entre 1665 y 1754. En 1749, el clero sueco, que había listas de feligreses mantenidas durante mucho tiempo, debía presentar declaraciones de las cuales se obtenía la población total de Suecia (incluida Finlandia), y un desarrollo similar comenzó en Dinamarca en 1787. Ciertos estados italianos llevaron a cabo enumeraciones aproximadamente precisas: Cerdeña en 1773 y 1795, Parma en 1770 y Toscana en 1766. Se realizaron enumeraciones en varios estados alemanes desde 1742 en adelante. Aunque varias colonias británicas de América del Norte (como Virginia en 1624-25 y posteriormente) habían hecho empadronamientos completos, Estados Unidos hizo historia cuando realizó su primer censo en 1790, no sólo por el tamaño del área enumerada y el esfuerzo por obtener datos sobre las características de la población, sino también por el propósito político para el cual se emprendió, es decir, representación en el Congreso sobre la base de la población. Inglaterra realizó su primer censo en 1801 y, aunque Francia intentó hacerlo en 1800 y 1806, la maquinaria administrativa era deficiente y los resultados poco confiables hasta 30 años después.

Sólo gradualmente los primeros censistas aprendieron qué era la información básica y cómo obtenerla. El primer censo de Estados Unidos, por ejemplo, no proporcionó datos sobre ocupación, lugar de nacimiento, estado civil o edad exacta. El censo de 1800 proporcionó una clasificación de los blancos por edades de cinco años, pero otros elementos tuvieron que esperar hasta más tarde, y hasta 1850 la unidad utilizada fue la familia en lugar del individuo. En Inglaterra no se hizo ningún intento satisfactorio de obtener datos sobre la edad hasta 1841, ni ningún intento de obtener datos sobre el estado civil hasta 1851.

Por lo tanto, la historia del censo moderno implica tres desarrollos paralelos: (1) la invención y difusión gradual de la idea de enumeraciones a nivel nacional para fines científicos y gubernamentales generales, (2) la mejora de la maquinaria administrativa, las técnicas y la precisión de la enumeración, incluyendo salvaguardas legales que aseguren que las respuestas individuales se mantengan confidenciales, y (3) la profundización y sistematización de los tipos de información obtenida. Los tres acontecimientos tendieron a aumentar la eficacia de los censos como fuentes de información esencial.

Es un error pensar que en la historia de cada país hay una fecha, marcada por el primer censo, antes de la cual el tamaño y las características de la población eran totalmente oscuros y después de la cual son totalmente claros. Por lo general, se disponía de alguna información fragmentaria incluso antes del primer censo, y después fue necesario algún tiempo antes de que el registro del censo fuera razonablemente completo y preciso. Sin embargo, a medida que los países pioneros en el levantamiento de censos desarrollaron gradualmente mejores sistemas de enumeración, éstos pudieron transferirse a nuevos países sin repetir todas las pruebas y errores. El primer censo de todo el dominio de Canadá se realizó en 1871, el de la India en 1871-1872 y el de Egipto en 1897.

Además de los censos nacionales, se realizaron otros en territorios coloniales, partes de países, ciudades, etc. Se estima que en la década posterior a la Segunda Guerra Mundial al menos 150 países o áreas realizaron censos que recogieron datos individuales sobre más de dos mil millones de personas. El gran número de países que contaron con censos en la segunda mitad del siglo XX se debió en parte a los esfuerzos de las Naciones Unidas. Las Naciones Unidas no sólo alientan a los países a realizar censos, sino que también patrocinan comités estadísticos regionales que sugieren estándares mínimos y ofrecen asistencia técnica en la planificación y realización de empadronamientos. Cuando China informó sobre un censo en 1953, la última gran parte del mundo salió de la oscuridad demográfica. La población del mundo entero se conoce ahora con un grado de precisión nunca antes aproximado, y la estructura de las poblaciones (incluidas sus características socioeconómicas) y sus patrones de cambio se comprenden como nunca antes.