La Orden del Toisón de Oro: orden de caballería europea.

La Orden del Toisón de Oro: orden de caballería europea

La Orden del Toisón de Oro, orden de caballería fundada en Borgoña en 1430 y asociada posteriormente especialmente a la Austria Habsburgo y a España.

La orden fue fundada por Felipe III el Bueno, duque de Borgoña, en Brujas, Flandes, en 1430, para conmemorar allí su boda con Isabel de Portugal. Su primer capítulo se celebró en Lille en 1431, y en 1432 su sede se fijó en Dijon, capital del ducado de Borgoña. Dedicada a la Santísima Virgen y a San Andrés, primero se constituyó para tener un gran maestre (el duque soberano) y 23 caballeros, pero posteriormente el número de miembros se incrementó a 31 y finalmente a 51. La orden, fundada para defender a la Iglesia Católica Romana. Se suponía que la religión, para defender los usos de la caballería y aumentar el prestigio de los duques de Borgoña, resolvería todas las disputas entre sus caballeros, cuyas acciones debían ser evaluadas, elogiadas o censuradas en sus capítulos; los caballeros tenían derecho a ser juzgados por sus compañeros por cargos de rebelión, traición o herejía.

(Lea el ensayo ProPedia de 1824 de Sir Walter Scott sobre caballería).

A través del matrimonio de María de Borgoña con el archiduque austríaco Maximiliano (1477), la gran maestría pasó a la casa de Habsburgo. El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V (Carlos I de España), que otorgó a la orden jurisdicción exclusiva sobre todos los crímenes que pudieran cometer sus miembros, dejó la gran maestría a su hijo Felipe II de España, a cuyos sucesores fue confirmada por el Papa. Clemente VIII en 1600; pero, tras la extinción de los Habsburgo españoles (1700), fue disputado entre los reyes Borbones de España y los Habsburgo austríacos. El emperador Carlos VI instituyó la orden en Viena en 1713, y desde entonces tanto los soberanos como los pretendientes de Austria y España continuaron otorgando el Toisón de Oro como su principal orden de caballería. Estaba reservado exclusivamente a los católicos romanos de la más alta nobleza.