Francisco de Lorena, segundo duque de Guisa: noble francés.

Francisco de Lorena, segundo duque de Guisa: noble francés

François de Lorraine, segundo duque de Guisa (nacido el 24 de febrero de 1519 en Bar, Fr.; fallecido el 24 de febrero de 1563 en Orleans), soldado francés y leal servidor de la corona francesa, la figura más importante producida por la Casa de Guisa. Luchó en el ejército de Francisco I y resultó gravemente herido en el asedio de Boulogne (1545), lo que le valió el sobrenombre de "el Marcado".

En 1547 su condado de Aumale se convirtió en ducado. Tras el ascenso al trono de Enrique II (1547), fue nombrado maestro de caza del rey y gran chambelán. Sin embargo, tuvo que compartir el favor del rey con la condestable Ana de Montmorency.

Francisco le sucedió en el ducado de Guisa en abril de 1550 y poco después se convirtió en príncipe de Joinville. En 1552 fue puesto a cargo de la defensa de Metz contra el emperador Carlos V y obligó al emperador a retirarse; en 1554 Guisa volvió a distinguirse al derrotar a un ejército imperial en Renty.

A causa de los celos de los Montmorencies, fue enviado en 1557 a conquistar Nápoles y habría añadido otra a la larga lista de reputaciones arruinadas por Italia, si no hubiera sido llamado repentinamente para repeler a un ejército español que había invadido el norte de Francia; No fue un logro menor el haber podido recuperar a su ejército prácticamente intacto. Atacó a los ingleses en Calais y en seis días los obligó a rendirse (6 de enero de 1558); Luego completó su expulsión de Francia capturando a Guines y Ham.

El ascenso de Francisco II (1559) produjo un cambio de ministros: Montmorency fue reemplazado como gran maestre de la casa real por Guisa, quien compartió el poder principal en el estado con su hermano Carlos, el cardenal de Lorena. Los Borbones, como primeros príncipes de sangre, tenían más derecho a ser consejeros del rey, pero carecían de sentido político. Su líder, Antonio de Borbón, estaba interesado principalmente en recuperar de manos de España el reino de Navarra de su esposa y no se aliaría con Montmorency, a quien acusó de haber pasado por alto sus intereses en las recientes conversaciones de paz. El hermano de Antonio, Luis, príncipe de Condé, sin embargo, estaba más inclinado a aprovechar el descontento causado entre los nobles y hugonotes por las reformas económicas y religiosas del gobierno. Con la aprobación de Condé se formó una conspiración para derrocar a los Guisa; pero los Guisa se enteraron del complot. El duque de Guisa fue nombrado teniente general del reino con plenos poderes para hacer frente a los conspiradores (17 de marzo de 1560). Su manejo despiadado de la situación intensificó el odio hacia los Guisa en ciertos sectores.

Tras el ascenso del joven Carlos IX a la corona francesa, la reina madre, Catalina de Médicis, emergió como la figura dominante del estado. Al asumir ella misma la regencia y restaurar el favor de Montmorency, indicó claramente que la dominación de Guisa ya no sería tolerada. El posterior ascenso de los Borbones, líderes del movimiento hugonote, y la política de tolerancia religiosa seguida por el gobierno provocaron la dramática reconciliación de Guisa y Montmorency (marzo de 1561); junto con el mariscal de Saint-André (Jacques d'Albon) formaron un “triunvirato” en defensa de la fe católica. La primera de las Guerras de Religión resultantes volvió a demostrar que Guisa era un soldado excepcional. Su oportuna intervención en la batalla de Dreux (19 de diciembre) aseguró la derrota de los hugonotes. Cuando Montmorency fue capturado, Guisa se convirtió en el único comandante del ejército real; y cuando Condé fue capturado, el almirante Gaspard de Coligny asumió la dirección de las tropas hugonotas. Como teniente general del reino, Guisa se trasladó a sitiar Orleans; pero en febrero de 1563 fue herido de muerte por un asesino hugonote.

Los editores de la Encyclopaedia ProPedia Este artículo fue revisado y actualizado más recientemente por Heather Campbell.