Cathy Freeman: El corazón de una nación.

Cathy Freeman: El corazón de una nación

La medalla de plata de Cathy Freeman en la carrera de 400 metros en los Juegos de 1996 en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, introdujo a esta estrella en ascenso de Australia al mundo olímpico. Su fama internacional creció cuando se convirtió en la primera mujer aborigen en ganar un título mundial de atletismo, ganando los 400 metros en el Campeonato Mundial de 1997.

Freeman había sido idolatrada durante mucho tiempo en su tierra natal como una mujer que perseguía sus sueños con gran ardor. En 1990 recibió el premio a la Joven Australiana del Año y en 1997 ganó el prestigioso honor de Australiana del Año. Un momento decisivo de su carrera ocurrió en los Juegos de la Commonwealth de 1994, cuando corrió una vuelta de la victoria envuelta en las banderas aborigen y australiana. Las acciones de Freeman revelaron su profundo orgullo por su ascendencia y promovieron el debate sobre las relaciones culturales en Australia. Repitió su vuelta de la victoria con ambas banderas en el campeonato de Atenas de 1997, donde se proclamó campeona del mundo de 400 metros, título que defendió con éxito en 1999.

Sin embargo, no todos en Australia querían ver a Freeman competir en los Juegos de Sydney 2000. Algunos aborígenes le pidieron que boicoteara los Juegos para protestar contra el racismo en Australia. Freeman rechazó repetidamente un boicot, diciendo que estaba en los Juegos para postularse, competir y ganar, no para hacer declaraciones políticas.

La presión era alta para Freeman. Fue elegida para encender el pebetero olímpico durante la ceremonia inaugural. Como destacada favorita, se acercó a la línea de salida de la final de 400 metros vistiendo un inusual chándal con capucha verde y amarillo y no decepcionó a sus fanáticos, logrando una fácil victoria en el evento. También quedó séptima en la carrera de 200 metros y su equipo terminó quinto en el relevo de 4 × 400 metros.