El desafío de la tecnología educativa.

A nadie le sorprende que el bolígrafo o el retroproyector sean una poderosa “tecnología de aprendizaje”. En poco tiempo, la mayoría de las aplicaciones de tecnología educativa y Chromebooks actuales también pueden dejar de ser dispositivos interesantes y pasar a un segundo plano de herramientas establecidas que ayudan a los estudiantes a aprender.

Pero el mayor desafío para la “tecnología educativa” en el futuro será simplemente este: ¿la búsqueda de nuevas generaciones de herramientas estará liderada por profesores, estudiantes y comunidades humanas, o por tecnología avanzada que establezca su propia agenda?

(Lea el ensayo ProPedia de Arne Duncan sobre “Educación: el gran ecualizador”).

La educación consiste en preparar a los estudiantes para sobrevivir en la sociedad. Eso significa que el conocimiento que compartimos, la forma en que lo compartimos y las herramientas que utilizamos reflejan tanto lo que amamos como lo que tememos de nuestro mundo.

En los próximos años, amaremos y temeremos alternativamente la inteligencia artificial (o “IA”) con gran intensidad. Algunos de nosotros declararemos que la inteligencia artificial es la herramienta de aprendizaje por excelencia: el nivelador social que borrará las diferencias de clase o raza al poner cualquier objetivo al alcance de todos. Otros condenarán el aprendizaje automático, sosteniendo que está eliminando nuestra humanidad e individualidad y esclavizándonos al dios despiadado e implacable de la eficiencia.

Las máquinas son excelentes en las tareas. Incluso pueden resultar excelentes para capacitar a las personas para que realicen tareas específicas, desde álgebra hasta la interpretación de una señal de electrocardiograma. Pero en la palabra educación están incrustadas las raíces y las ideas latinas de educare , o “educar”, y educere , que significa dar a luz. Eso hace que la “educación” (en contraste con la formación) sea profundamente social.

Entonces, ¿cómo crearemos herramientas para el aprendizaje diseñadas en torno a las personas y diseñadas para mantenerlas a cargo? Si mantenemos a los profesores y estudiantes a cargo de las herramientas que utilizamos para criar a las generaciones futuras (para educarlas ) aún salvaremos a la humanidad.

Este ensayo se publicó originalmente en 2018 en Encyclopædia ProPedia Anniversary Edition: 250 Years of Excellence (1768–2018).

Betsy Corcoran