"¡Me cabrea cómo masticas!" Qué es la misofonía y por qué a algunas personas les molestan los sonidos.

La reacción puede ser demasiado violenta y los científicos aún no saben completamente por qué.

¿Qué es la misofonía?

Esto es cuando los sonidos que emiten otras personas provocan una fuerte reacción negativa en una persona. Si alguien, por ejemplo, mastica ruidosamente, hace clic en un bolígrafo, chasquea los labios, hace crujir los dedos o respira, los misófonos no sólo se molestan: sienten un verdadero disgusto e incluso pueden enfadarse.

Misofonía se traduce del griego como "odio al sonido". Al mismo tiempo, debes comprender que esto no es un signo de mal carácter, sino un problema real. Las personas que lo experimentan son conscientes de que están reaccionando de forma exagerada, pero no pueden evitarlo cuando pierden el control.

La teoría más común es que esto se debe a una actividad excesiva en la corteza auditiva y la red de prominencia. El primero se encarga de procesar el sonido, el segundo de seleccionar los estímulos provenientes de los sentidos. Si estas áreas del cerebro son demasiado sensibles, los sonidos pueden provocar una reacción muy fuerte.

Los científicos prestaron atención a la misofonía hace relativamente poco tiempo; ahora aún no se ha estudiado completamente. El término en sí fue utilizado por primera vez a finales de los años 1990 y principios de los años 2000 por los científicos estadounidenses Margaret y Powel Yastreboff.

La misofonía no puede considerarse una enfermedad o un trastorno; no existe tal diagnóstico. No está incluido ni en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) ni en el autorizado Manual Estadounidense de Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales (DSM-5).

¿De dónde viene la misofonía?

La misofonía suele aparecer durante la adolescencia. Los científicos también han descubierto que puede estar asociado con otros trastornos de la percepción del sonido. Por ejemplo, se sabe que alrededor del 60% de las personas con ruidos o zumbidos en los oídos (tinnitus) y una proporción significativa de las personas con mayor sensibilidad a los sonidos (hiperacusia) también padecen misofonía.

Se desconocen los motivos exactos de su aparición, pero existen varias versiones.

  1. Alteración de las partes del cerebro responsables del procesamiento emocional del sonido. Debido a esto, los sonidos bastante neutrales se perciben como estímulos significativos y desencadenan la respuesta de lucha o huida.
  2. Desordenes mentales. Hay estudios que demuestran que las personas con trastorno obsesivo-compulsivo, síndrome de Tourette o ansiedad tienen más probabilidades de desarrollar misofonía. En estas enfermedades, el mecanismo estándar de reacción a los sonidos puede verse alterado: el cerebro los toma inconscientemente como señales de peligro.
  3. Reacciones excesivas en las áreas del cerebro responsables de la percepción del movimiento. El sonido provoca recuerdos de una acción y las emociones negativas asociadas a ella.

Cómo saber si una persona tiene misofonía

No existen métodos generalmente aceptados para identificar la misofonía: los expertos todavía están desarrollando cuestionarios especializados y pruebas de audio. Por tanto, su presencia sólo se puede asumir mediante sensaciones.

Cada persona con misofonía tiene una reacción única a los sonidos irritantes, llamada "desencadenantes". Puede experimentar una amplia gama de emociones: disgusto, ira, ansiedad, pánico, miedo, estrés, ansiedad, impaciencia. En este caso, pueden surgir sensaciones desagradables incluso antes de que una persona se dé cuenta de su causa.

La misofonía a veces también se acompaña de dolor opresivo en el pecho, aumento del ritmo cardíaco y sudoración, e incluso sensaciones táctiles desagradables. Por ejemplo, hormigueo debajo de la piel. Algunas personas incluso pueden sentir que les hierve la sangre cuando escuchan el sonido del gatillo.

Una reacción tan violenta suele ser provocada por sonidos:

  • masticación;
  • respiración;
  • sorber;
  • tragar;
  • tos;
  • limpieza de garganta;
  • chasquido de labios;
  • sollozando;
  • resoplidos;
  • roncando ;
  • golpeteo;
  • mecanografía;
  • letras;
  • y muchos otros, como el sonido de una cuchara golpeando un plato mientras se come.

Cómo lidiar con la misofonía

No existen métodos generalmente aceptados para deshacerse de la misofonía, pero puede intentar aliviar su afección. Esto es lo que recomienda el Dr. Scott Bee, que trata los problemas psicológicos asociados con la percepción de los sonidos.

1. No te aísles de los sonidos desagradables

Como muestra la práctica, la estrategia de evitación solo empeora la intolerancia a los sonidos y no ayuda a combatir la misofonía. Cuanto más intente aislarse de sus factores desencadenantes, más angustia, miedo o irritación le causarán.

Scott Bee Doctor en Psicología.

Si te sientas en una habitación oscura durante tres horas y luego sales a la luz, sentirás dolor porque no lo has visto en mucho tiempo. Cuando las personas intentan proteger su audición, pueden crear condiciones que son más difíciles de afrontar.

Por lo tanto, recomendamos que los pacientes consideren el sonido sin importancia. Nos esforzamos por enseñar a las personas a no resistirse a los sonidos y a aceptarlos.

En general, trata de no preocuparte por cosas que no puedes controlar y piensa en los sonidos desagradables como algo que no te importa.

2. Escuche sonidos desagradables intencionalmente

En lugar de evitar el sonido, expóngase a él sistemáticamente. Esta estrategia funciona bien junto con prácticas de relajación y atención plena . Aqui esta uno de ellos.

Siéntate en una posición cómoda y concéntrate en respirar. Si notas que no estás prestando atención a tus inhalaciones y exhalaciones, deja que las distracciones te atraviesen y concéntrate nuevamente en tu respiración. La esencia de este método es permitir que las cosas sean como son, observarlas y no intentar arreglarlas.

Encuentre videos en YouTube de personas masticando, bostezando o respirando; básicamente, haciendo lo que sea que le provoque. Reproduzca el video y continúe monitoreando su respiración. Escuche hasta que su paciencia esté al menos medio agotada. Intente concentrarse en el hecho de que el sonido no sea peligroso. Luego trate de percibirlo como algo sin importancia.

Sí, todavía no será agradable, pero al menos entenderás que es sólo un sonido y que no tiene nada de malo.

3. Intenta estar menos nervioso

Cuanto menos agitado o ansioso estés, menos te afectará la misofonía. Antes de afrontarlo, intente deshacerse del estrés, la ansiedad y la depresión. Haz todo lo que esté a tu alcance: contacta a un especialista o mejora las relaciones con aquellos con quienes estás en desacuerdo.

4. Encuentra apoyo

Puedes, por ejemplo, hablar con tus seres queridos y pedirles que te apoyen. Y puedes encontrar personas con trastornos iguales o similares. Juntos será más fácil afrontar el problema.

5. Contacta con un especialista

Si todo lo anterior no ayuda, conviene buscar un buen psiquiatra o psicoterapeuta. Él determinará con mayor precisión la causa del malestar, porque la misofonía puede confundirse fácilmente con otros trastornos, como la hiperacusia.

También puede contactar a un terapeuta habitual. Si él mismo no entiende tu problema, te derivará a un especialista más especializado en audiología, psicología o neurología, quien te recomendará cómo aliviar el padecimiento.

Hoy en día existen dos formas de ayudar a las personas con misofonía. La primera es la terapia cognitivo-conductual . Este método fue probado por primera vez por investigadores holandeses en 2017. El 48% de los pacientes se sintió mejor después de ocho sesiones.

Junto con el terapeuta, intentaron comprender qué provoca exactamente su intolerancia a los sonidos. y aprendí a controlarlo. Por ejemplo, superamos nuestra ira y tratamos de controlarla. Otros tratamientos similares sugieren desarrollar tolerancia y aceptación.

La segunda opción es la Terapia de Reentrenamiento del Tinnitus (TRT), diseñada para pacientes con tinnitus (ruido o zumbido en los oídos). Los científicos creen que también puede ayudar con la misofonía. La TRT tiene como objetivo habituar a una persona a sonidos irritantes.

Durante las consultas, médico y paciente identifican los desencadenantes y, en base a ello, se desarrolla la audioterapia individual. Su objetivo es "acostumbrar" a la persona a sonidos desagradables a nivel del subconsciente y de los reflejos. Por ejemplo, enciéndalos simultáneamente con el ruido de fondo. El tratamiento dura de 9 a 18 meses. Con TRT, entre el 83% y el 86% de los pacientes reportan mejoría.

Algunos expertos recetan antidepresivos y tranquilizantes para la misofonía, que se utilizan para la depresión y la ansiedad. Pero no existe una base de evidencia científica para este tipo de tratamiento.